SOBERANIA Y VIAS NAVEGABLES
La soberanía política es el poder político supremo que corresponde a un
Estado.
La soberanía económica es la potestad que tienen los
Estados de determinar los modelos que se implementarán en el plano de la
economía.
Referido a la Cuenca del Plata la Argentina tiene soberanía política
sobre la misma pero podemos cuestionar su soberanía económica ya que el modelo
de económico de la misma se ajusta y beneficia claramente al modelo
agroexportador de alimentos y materias primas, que la división internacional
del trabajo pergueñada por la Trilateral Comission en los 70 y modelada por la
Tres Olas Neoliberales (Dictadura, Menem-De la Rúa, Macri) establece para la argentina en el mundo globalizado.
Debemos repensar el Modelo Economico-Politico de la Cuenca del Plata para que la misma sea
factor de desarrollo productivo, de industrialización y autonomía económica que
beneficie a nuestro país.
El peronismo fue precursor en este modelo de dominio total de nuestros
ríos, y la utilización de los mismos para nuestro desarrollo.
PASADO: LAS DOS ARGENTINAS
Eso sucedió cuando Rosas ordenó enfrentar la flota agresora, para impedir que
impusieron la “libre” (léase extranjera) navegación de nuestros ríos en
beneficio de la producción extranjera que entraría sin control y destruiría la posibilidad
de desarrollo industrial propio.
En este sentido cien años después durante en el primer gobierno peronista
se creó la Flota Fluvial del Estado y se fortaleció nuestra flota marítima creando
la empresa ELMA , ambas medidas fueron estratégicas para que nuestro transporte
fluvial y marítimo esté básicamente en manos nacionales dando autonomía económica
estratégica a la nación.
Pero cuando un proyecto antinacional en beneficio de intereses
extranjeros gobernó el país se primarizo la economía y se orientó el modelo en
sentido contrario.
Asi ocurriría a partir del derrocamiento de Rosas que se impuso la libre navegación
de los ríos o después la Revolución Fusiladora y sucesivos gobiernos que se dedicaron a
desguazar la flota mercante (ELMA), y a desactivar totalmente la navegación
fluvial.
Los golpes de gracia para liquidar ambas empresas estratégicas para la
soberanía nacional, se dieron en el infame “Proceso” y en el perverso
noventismo, ambos períodos de neoliberalismo exacerbado.
Peor aún, en el Menemato, dentro de otras medidas destructivas y lesivas para
la soberanía, se concesionó a manos extranjeras el manejo de la Cuenca Del
Plata (rebautizada como Hidrovía), liquidando la Junta Nacional de Granos, destruyendo
o concesionando su infraestructura portuaria y permitiéndose las instalaciones
masivas de puertos privados en los que fluye con escaso o nulo control el
grueso de nuestras exportaciones de materias primas alimenticias y también
mineras.
FUTURO: ARGENTINA SOBERANA
Es fundamental pensar las Vías Navegables como herramienta de un Proyecto
de Nación con Soberanía Politica y Económica por ello el control y manejo tanto
de nuestro sistema portuario como de nuestras vías navegables es estratégico.
Seria deseable que al vencimiento del contrato de concesión de la
denominada Hidrovía del Paraná se haga cargo el estado nacional en el manejo,
control y dragado de la misma.
Complementario a esto también seria conveniente que se concrete el
dragado del Canal Magdalena que posibilitaría una autonomía portuaria nacional
de ultramar.
Muy interesantes también son los proyectos impulsados por Social 21, La
Tendencia para reconstruir la Flota Mercante, Marítima y Fluvial Argentina en
astilleros nacionales y crear la ELMA del Siglo XXI en el Congreso Nacional:
El Proyecto Nacional que se quiera implementar será develado por el
Modelo Económico a implementar donde el papel a asignar a nuestras Vías Navegables
será un dato revelador.
A.R.
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